Han pasado más o menos once años desde que comencé a cursar estudios en mi colegio: Sagrada Familia. Que bello nombre ¿verdad? 100% carisma Amigoniano.
Once años llenos de todo: aventuras, recuerdos, diversiones, alegrías, tristezas… en este lugar he pasado los mejores años de mi corta vida. Recuerdo de chiquita haber corrido por los pasillos (de hecho hace unos días cumplí mi sueño de caminar descalza por todo el colegio de noche, jaja), haberme caído y llorado también; en primaria aprendí a leer, aprendí a escribir, aprendí incluso a soñar.
Recibí y recibo aún, creo que la mejor educación –la considero así- académica y religiosa por supuesto. Mi colegio, de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, es para mí uno de los mejores regalos que he recibido de Dios. Ahí descubrí el significado de la palabra Amor y me ha permitido ir fomentándolo, ir construyéndolo, ir regalándolo… aaaay como amo mi colegio. Es casi imposible sentirse fuera de lugar ahí –aunque me haya pasado de vez en cuando-, es imposible conocer lo lindo del cole y no llegar a quererlo…
Hoy escribo mis recuerdos más bonitos. Hoy ha finalizado el año –no escolar, me refiero al inicio de las vacaciones de diciembre-, y me siento –no sabría decirlo en realidad- no se si contenta o triste, o súper feliz o súper nostálgica; solo se que mis emociones se desbordan…me controlan.
Este año escolar me toca la graduación, quién lo creería, esos once años de los que hablé al principio se han ido. Se han marchado dejando solo recuerdos.
En los grados superiores, sé que viví lo mejor. Conocí y seguiré conociendo y abriendo caminos. Tuve de los mejores profesores –y lo digo de corazón, porque son lo máximo y los amo a pesar de las circunstancias y las riñas que quizás tuve con alguno de ellos-. Mi mejor año fue –estoy segura- 9no grado. Wou, ¡que año! Ahí me enamoré más de mi colegio, de mis nuevas materias… aaay química, ¡cuanto te quiero! Jeje, me pusiste entre la espada en la pared. Hasta quería estudiar Ing. Química, del cariño que le agarré… pero bueno, no fue eso en realidad lo que me encantó de ese grado. Fue un “no se que” de todo ese año, fue ese “descubrir el amor” del que hablé a principio. Durante esos meses –fueron mas que todo ya los últimos meses del año escolar- aprendí a ver la vida de manera distinta, aprendí incluso a valorar a todas las bellas personas que a diario me rodean; creo que comencé a crecer, conociendo el Camino, la Verdad y a la Vida.
Desde entonces toda mi vida echó un giro de 180º. En fin, comencé a vivir de una manera distinta. Aaaaay mi Grupo Juvenil, también forma parte de mi colegio y de mi vida –parte importantísima, mejor dicho-, ahí me enloquecí mas. Jaja.
No quisiera hablar ahora de ese asunto del grupo, pues no me alcanzaría todo el espacio. Continúo con mi colegio… uy, como alumnos de 1er año de ciencias, nos ha correspondido organizar el acto de navidad del colegio. Wao, sí que me costó creerlo; es decir, ya estoy por graduarme y este acto sería el último organizado por mi salón. Me entusiasmé demasiado, y el acto estuvo de maravillas, los nervios a mil porque no fue un mini acto, fue súper wao en comparación a los que se suelen hacer. De verdad fue genial, y mi salón se organizó como nunca.
En lo personal me sentí feliz –aunque nostálgica a la vez. Casi lloro en pleno acto, acordándome de todas las cosas, pasadas y por venir…-, pero realmente me encantó. Realizamos una representación viviente del nacimiento del pequeño gran Dios, Jesús. Qué conmovedor el motivo de la navidad –el verdadero motivo, apartando a “Santa Claus”-. Ay Jesús ¡como te quiero bebé! Si pudiera escribir todo lo que se siente cuando uno empieza a conocerte, a encontrarte… mmm pero no se puede, solo puedo decir que eres lo único por lo que vale la pena vivir.
Y bueno, se acabó todo. Concluimos el acto y todos nos abrazamos. Mantuve el bochinche un rato, pero para evitar el llanto que se me venía encima, me aleje un poquito de la multitud. Ahora, escribo, y continúo nostálgica, queeee problema, pero buee las emociones son difíciles de controlar.
Ahora, doy infinitas gracias a mi Dios –mi razón de vivir, mi Divino Sol, mi Amor, mi Esperanza-, por el año vivido en este hermoso plantel, mi colegio. Un año lleno de CAMBIOS y sobretodo de nuevos sueños y esperanzas… gracias, porque sin Ti nada de esto sería posible… Dios.

Iria Agreda.
2 comentarios:
Yo siento y pienso igual que tu de mi colegio Sagrada Familia, mi experiencia más hermosa como estudiante, allí aprendí valores de disciplina, responsabilidad, estudio y esmerarme hacer las cosas bien. Estudie desde Kinder hasta 3er año de bachillerato, eso fue por los años del 1967 hasta 1977 pues en es época,lo que había completo había era el Bachiller Normalista. Para mi fue muy doloroso salir de mi colegio para ir a cursar 4to y 5to grado de ciencias en el Liceo Nestor Luis Perez.Soy Ritaelena Jaimez Esteves.
El mejor colegio del mundo pertenezco a la promoción de Bachilleres Docentes del 80.Hna Purificación Jiménez.Estudie con Ritaelena Jaimez Esteves mi gran amiga.Soy Teresa Jiménez
Publicar un comentario