sábado, 25 de abril de 2009

Gracias por Resucitar en mi..



Aleluya…
Mi hermoso Crucificado ha resucitado.
Que alegría verte de nuevo,
De nuevo a mi lado;
Pues a mi corazón sufriente
Tenías anonadado.

Tanto me cuesta, es verdad,
Pero eres mi Fortaleza, mi caminar.
Tanto extrañaba esa sonrisa
Y mi llanto cantaba “dónde estás”.
Esa apatía hacia Ti me incomodaba,
Pues sentía mi vida caer poco a poco,
Mi mundo cambiar…
¡Pero ya mi crucificado ha resucitado!

Una venda en los ojos tenía en el camino,
Y entre tanta falsedad no reconocí la Verdad.
Te vi y no te reconocí,
Me hablaste y no te reconocí,
Caminaste a mi lado y no te reconocí…

Finalmente entre el ardor de tus palabras
Te invité a quedarte,
Sonreíste, me hablaste,
Y en ese momento, de nuevo sola me dejaste.
Pero me diste a entender
Que Señor para encontrarte, definitivamente hay que buscarte.

Iria Agreda

El Silencio de Ti...



Tanto te extraño…
Cerrar los ojos, imaginar tu sonrisa.
Abrirlos, contemplar tu belleza.
Cerrar los ojos, sentir tu abrazo;
Abrirlos nuevamente y escuchar
Como en el silencio pronuncias mi nombre…

Ese nombre que con amor me diste.
Ay! ¡Cómo te extraño!
Donde estas que no te oigo,
Dónde habitas que no te siento.
Tanto te extraño…
Cerrar los ojos, verte de nuevo;
Abrirlos y darme cuenta de que Tú estás conmigo.


Iria Agreda

Tierna Mirada

Basta con mirar tu rostro,
Basta tu mirada posada en la mía.
Esos tus ojos, esa tu boca,
Ese tu rostro que enamora al alma mía.

Bien recuerdo aquel día
Y tu tierna mirada en mí,
Tu sonrisa hermosa…
Y cuando en silencio
Pronunciaste mi nombre.
En la memoria está,
Y no sale de mi mente aquel recuerdo.
Recuerdo que estará para siempre.

Y el beso; el mejor de los besos:
Ese que se da con la mirada.
Basta con mirar tu rostro,
Basta tu mirada posada en la mía,
Basta tu sonrisa en mi alma;
Alma enamorada por siempre.
Ay! Qué mirada tan tierna es la que tienes!
Iria N. Agreda