martes, 13 de enero de 2009

Mi libertad eres Tu...




Mi libertad eres Tú.
Quero vivir atad@ a Ti,
Quiero respirar hondo y sentir
tus cadenas junto a mi corazón.
Pues soy libre cuando me amarro,
Me amarro a tu bondad,
Esa que libera el alma…
Un día de estos
Cuando ya no aguante más el ardor,
Voy a cantar desde adentro
La grandeza de tu amor,
Voy a levantar la mirada gritando
Que sedient@ estoy de ti,
Voy a volar por lo alto
Regalando sonrisas al que no te conoce.

Quisiera vivir atad@ a ti,
Quisiera respirar hondo y sentir
Mis cadenas atadas a tu corazón.
Ya no hallo libertad,
Ya ni siento el aire puro
Cuando tu ausencia me invade.
No quiero alejarme más,
Solo quiero vivir en paz,
Y solo tus cadenas me seducen,
Me llevan a querer adoptar
Una actitud encadenada,
Encadenada a la libertad…


Iria Agreda

lunes, 12 de enero de 2009

Tu ausencia

Tu grandeza no se mide con nada.
Tu grandeza equivale al Todo.
Tu presencia se mide con tu ausencia,
y tu ausencia cuando he sentido tu presencia.

Como los pajaritos extrañan la presencia de su madre al volar,
así te extraño yo,
así grito y desespero…
Confiando siempre que su madre vuela en busca de alimento,
el alimento que hará a sus pichones fuertes.
Así recuerdo tu amor,
el amor que permanece,
pues se que volverás…

Cada vez que sales me suelo entristecer;
es mi tristeza la que hace anhelar tu presencia,
esa presencia que solo se mide con tu ausencia,
la misma ausencia que he sentido con tu presencia.

Porque tu grandeza no se mide con nada,
y Tú eres mi Todo;
entonces Francisco amaba al gran Todo
y Clara al Todo que en su presencia y ausencia siempre permanecía.
Iria Agreda

Caballero

Escucho a lo lejos un canto.
Es mi Caballero amado…
Es hermosa esa voz,
La voz obvia de los santos;
Pues nadie en la tierra se compara
Con el grandioso Rey,
El que invita a sus caballeros
No a luchar a la guerra,
Sino a dar a conocer
A Aquél caballeresco hombre
Que a la vez vale por “tres”.

Vamos, se pone en marcha,
Está llena de ilusión,
Ese hermoso caballero
Sí que apunta al corazón.
Un corazón inseguro se torna diferente,
Porque en él ya no vive el mundo,
Sino un hombre valiente.
Un secuestrador de los buenos
Que sonríe desde lo profundo.
Si con sus ojos pudiera mirar
Al Eterno Caballero Amado,
Respuestas de amor daría
Aquí y en todos lados…
Iria Agreda.